Con una voz angelical, alegrando el inicio del día, Stella Maris Ferreira recibe a los vecinos de la Villa 21 en el comedor comunitario para empezar a trabajar. La paraguaya vive en Buenos Aires desde 1984, año en que tuvo que dejar el barrio Ciudad Nueva de Asunción, siendo madre soltera, con el fin de buscar trabajo en Argentina, con su pequeño hijo en los brazos.
Aunque al principio le costó adaptarse lejos de su familia, pronto encontró contención en la comunidad religiosa de la parroquia Virgen de Caacupé. Allí conoció al padre Jorge Bergoglio, actual papa Francisco, con quien compartió una infinidad de momentos que la ayudaron a superarse a sí misma y formar su propia familia.
Cuando en la comunidad descubrieron que Stella tenía una voz muy linda, inmediatamente la incluyeron como miembro del coro, el cual terminó encabezando. Fue así que cantó en las misas celebradas por Jorge Bergoglio, quien siempre admiró su talento para alabar a Dios a través de la música.
Stella destaca que él era muy alegre, por lo que tenía que estar a la altura y animar las fiestas religiosas con canciones que despertaran en la gente una sonrisa. Además, la compatriota acompañaba las procesiones de la Virgen de Caacupé cada 8 de diciembre, en donde Bergoglio y el padre Pepe, cura párroco de la parroquia, recorrían las calles de Barracas.
Madrina
Stella es madrina de confirmación de Rubén, un muchacho argentino que recibió el sacramento por parte del padre Jorge, justo meses antes de que fuera elegido Papa. También el marido de Stella fue confirmado por Francisco, en su época de arzobispo.