La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue la única mandataria de la región que llegó a nuestro país para estar presente en la misa central de su compatriota, el papa Francisco.
Llegó este sábado por la noche y en el predio de Ñu Guasú, estuvo acompañada del presidente Horacio Cartes y el vicepresidente Juan Afara. Al culminar la eucaristía subió rápidamente al altar para saludar a Bergoglio y entregarle un cuadro y sacarse una foto con él. El cuadro contendría recortes de diarios de la época en que Eva Perón estaba enferma, que revelaban que el Papa de entonces había orado por ella.
La mandataria aprovechó la cercanía de su país y arribó a suelo guaraní para encontrarse por quinta vez con el Vicario de Cristo. Ya lo había visitado cuatro veces en el Vaticano.
El Santo Padre saluda a la presidenta de su país. AFP.Cartes fue el que gestionó para que Fernández rompa el protocolo y suba a saludar al Sumo Pontífice.
En el momento en que llegó al lugar fue abucheado por algunos de los presentes antes de haber iniciado la celebración eucarística.