El sínodo de obispos votó con una amplia mayoría un documento final con 94 párrafos, que propone “la integración” en la Iglesia de los divorciados que se vuelven a casar, tras el examen de “cada caso”. El texto fue entregado al Papa, quien lo hizo público inmediatamente.
Divorciados
Los 270 “padres sinodales”, entre obispos y cardenales representantes de todo el mundo, levantaron varias prohibiciones a los divorciados vueltos a casar, como ser padrinos de bautizos y matrimonios o leer la misa. Para el acceso a la comunión y la confesión, los padres sinodales coincidieron en que será necesario un “discernimiento”, un examen “caso por caso”.
Sobre homosexuales
El espinoso tema de la homosexualidad fue abordado solo en un párrafo, en que se reitera que la Iglesia “respeta” a los homosexuales, condena toda “injusta discriminación” y se opone al matrimonio de personas del mismo sexo.