El papa Francisco emitió ayer su pensar.
El tema de los divorciados y su relación con la Iglesia fue abordado por Francisco. La cuestión fue objeto de encendidos debates en el Sínodo de la Familia del año pasado y probablemente esté en el centro de las discusiones en la segunda reunión de este tipo que se celebrará en el mes de octubre en Roma.
“A veces es inevitable”
Los divorciados que se vuelven a casar “forman parte siempre de la Iglesia” y no deben ser tratados como excomulgados, afirmó enfáticamente Bergoglio en su audiencia general de ayer; estas palabras fueron aplaudidas por algunos asistentes.
El tema es especialmente espinoso en los países sudamericanos, opuestos a cualquier cambio y que se oponen a una línea más moderna, que aspiran a una cierta apertura.
En junio, Bergoglio había mostrado su pragmatismo respecto al divorcio, considerando que en ocasiones es inevitable.
Católicos divorciados a la deriva
Este es un tema muy sensible en Paraguay, ya que la mayoría de la población es católica y año a año aumentan las separaciones. Estadísticamente se registra un promedio de cinco divorcios al día. En nuestro país, los divorciados no pueden comulgar y tampoco ser padrinos de bautismo o confirmación. Su participación en eventos de la Iglesia queda librado al juicio del religioso o de la congregación del lugar.