Tres fiscales de San Pablo, Cassio Conserino, José Carlos Blat y Fernando Henrique Araújo, pidieron la prisión preventiva del exmandatario. Señalan que, en libertad, Lula puede destruir pruebas y actuar para evitar las acciones judiciales.
Lula está acusado de lavado de dinero y falsificación, delitos que pueden castigarse con penas de 3 a 10 años de prisión y 1 a 3 respectivamente. Su esposa, Marisa Leticia, y uno de los hijos de ambos, Fábio Luiz Lula da Silva, también están acusados de lavado de dinero.
El tríplex en la mira
Los fiscales negaron que la investigación tenga una motivación política y que denuncian en base a pruebas. El centro de esta causa es un lujoso tríplex en un exclusivo balneario de San Pablo que, según los investigadores, sería de Lula, aunque él siempre lo ha negado. Los investigadores sostienen que estaría configurado el delito de “ocultación de patrimonio”.
La denuncia debe ser valorada por un tribunal del estado de San Pablo, que decidirá si el expresidente (2003-2010) es acusado formalmente, Junto con Lula, los fiscales pidieron la detención de seis personas
¿Un ministerio para Lula?
El expresidente atribuyó la solicitud de detención provisional, presentada ayer por el ministerio de San Pablo, al filtrado de la invitación hecha por Dilma Rousseff, para que él se haga cargo de un ministerio, lo que le daría un fuero privilegiado. Según ha trascendido, el ofrecimiento de un ministerio no es del agrado de Lula.