Duro revés sufrió Dilma Rousseff, al recomendar la Comisión de Diputados abrir un juicio de destitución (“impeachment”). Si la Cámara de Diputados convalida la decisión en los próximos días por una mayoría de dos tercios, y luego el Senado la ratifica, Rousseff sería separada de su cargo por un plazo máximo de 180 días en espera de que la Cámara Alta dé su fallo definitivo.
Tensa jornada
La decisión fue aprobada por 38 votos a favor y 27 en contra, tras 10 horas de debates que concluyeron en medio de una gritería entre adversarios y partidarios de Dilma. Si el proceso termina con la destitución de Rousseff, el vicepresidente centrista Michel Temer, ahora su máximo adversario, la reemplazaría hasta el fin de su mandato, en 2018.
Comienza “otro partido”
El Gobierno y el oficialista Partido de los Trabajadores daban por descontada la derrota en esta comisión, dominada por la oposición; ahora esperan evitar que los partidarios del “impeachment” obtengan en la Cámara Baja los 342 votos (de un total de 513) necesarios para que el proceso siga.