De modelo a obrera de construcción, en EE. UU.
Paraguaya en NuevaYork cuenta su historia.
Como tantos otros paraguayos, Mariela Beguiristain Aranda tuvo que tomar la difícil decisión de dejar nuestro país. Se despidió de su querida “ciudad de la chipa”, Barrero, y del modelaje, para aventurarse en la “Gran Manzana” de Estados Unidos, Nueva York, en busca de esperanzas.
“Estuve estudiando licenciatura en Comercio Internacional, quise recibirme y, por falta de dinero, no pude hacerlo porque mi mamá no podía solventar los gastos. Esa fue la razón por la que vine acá. Allá trabajé dos años con la agencia Cristián Fernández Models, ahí me metí de lleno en hacer promociones. Fui Miss Eusebio Ayala 2014 antes de viajar. Esa era mi vida en Paraguay, pero ahora me toca la construcción”, conto la compatriota a EXTRA.
Mariela vive en Nueva York hace 1 año y 9 meses. Estudia inglés y lucha por sus sueños afinando paredes para que puedan ser pintadas. “El trabajo es algo pesado pero se aguanta bien, cuando tenés voluntad realmente tenés todo, la verdad me encanta. Muchas chicas se dedican a esto acá, pero en en este edificio estoy solita yo entre muchísimos hombres. Mis compañeros son divinos, me tratan bien. Me llaman “reina” porque dicen que yo les comando todo por ser mujer”, contó entre risas.
-¿Cómo fueron tus primeros días allá?
Pasé muchas situaciones difíciles cuando no tuve trabajo. Era muy difícil porque acá se paga caro el derecho de piso. A veces pasaba frío, hambre, sed. Me costó acostumbrarme a una nueva vida y a diferentes personas, pero gracias a Dios hoy estoy de pie, luchando. Conocí a mucha gente maravillosa que me apoyó cuando necesité, tengo un hermano aquí pero él tiene su vida hecha y yo soy soltera. Vivo sola y llevo otra vida.
-¿Cómo fué que conseguiste trabajo?
Y el trabajo conseguí por medio de René Domínguez, un paraguayo que me enseñó lo que es la construcción; le agradezco mucho a él.
Agenda llena
Beguiristain contó que se levanta a las 5 de la mañana. “Me voy a trabajar, salgo las 3 de la tarde voy corriendo al gimnasio, luego a mi curso de inglés. De ahí vengo a cocinar mi comida para el otro día, mi desayuno, todo. Los fines de semana me distraigo con mis amigos y mi hermano, pero después del trabajo porque también trabajo sábado y domingo”, detalló.
Dijo que gracias a su trabajo ayuda su familia. “Ellos me dan aliento para aguantar todo, porque fue un cambio muy fuerte. Lo hago por ellos y por mi mamá que es mi vida, mi razón de vivir, es mi guía aparte de Dios, no tengo hijos y ella es como mi hija”, declaró.