“Hace cinco meses que vivimos en zozobra, con miedo, en el cháke (cuidado) permanente. Eso no es vida, gente, yo estoy cansada, estoy harta, estoy podrida. Como madre, como mujer, como esposa, como paraguaya, pido que todo esto pare, ya no aguanto más, pero así es la guerra civil de la resistencia”, fueron las duras palabras de Marly Figueredo, que describen los difíciles momentos que vive detrás de su marido, el gobernador del Guairá, Rodolfo Friedmann.
Cabe señalar que la bomba volvió a estallar para el jefe departamental cuando el Tribunal Electoral rechazó el pedido de nulidad de su supuesta carta de renuncia al cargo.
En este sentido, la “Primera Dama” dijo a EXTRA que ahora siente en carne propia lo que es vivir dentro de una persecución política, por parte del oficialismo, lo que sería igual a una dictadura maquillada como democracia.
Mencionó que su marido es lo contrario a ella, porque se guarda muchas cosas. En cambio, la exmodelo no se calla nada y defiende como leona cuando tocan a su familia.
“Pierdo el día a día con mis hijos, no puedo disfrutar de mi familia, no tengo una vida normal, hace cinco meses no puedo tener una rutina y decir todos los días ‘voy a dedicarme a esto, voy a estudiar’. Hoy no soy dueña de mi vida”, afirmó, muy dolida.
Así también, reconoció que jamás pensó pasar por tantos problemas dentro de su matrimonio, ya que en el segundo día de Luna de Miel, el infierno inició en la Gobernación. Además, pensó que su casamiento sería solo con Friedmann, sin embargo, también fue con un gran trabajo.
“Le dije a Rodolfo: ‘vos jamás me contaste que yo no me casaba solo contigo, sino con un trabajo, un rol que tengo que desempeñar’. Había sido yo como Primera Dama tengo muchísimas cosas que hacer, él se cagó de la risa”, relató.
QUIERE ESTUDIAR
Al parecer, ahora todo está más calmado, luego de que el gobernador asumiera nuevamente su cargo. Es eso lo que Marly espera, que todo siga su ritmo normal, para retomar la carrera de Nutrición que estaba siguiendo, o formarse en el ámbito de Ciencias Políticas.