Todas las personas atraviesan momentos difíciles en su vidas, a algunas esas anécdotas le dejan secuelas en el carácter o forma de pensar, mientras que a otras, como en el caso de Maricha Olitte, ayuda a aumentar la autoestima y las ganas de vivir.
Hace tres años, la actriz ingresó al quirófano para hacerse una cirugía intestinal, ya que según relató a EXTRA, sus intestinos estaban atrofiados a causa de su celiaquía y que por un momento, pensó que su vida acabaría.
“Tuve un mes de internación, tengo una cicatriz de treinta centímetros aproximadamente, empieza en la boca de mi estómago y termina un poco más abajo de mi ombligo. Los médicos no eran muy optimistas en mi caso, yo sentí que me iba a morir”, expresó.
La artista recordó que tiempo después muchas personas le sugirieron tatuarse sobre la marca de la cirugía. Ella pensó en un momento hacerse el diseño de un cierre. “Al principio me gustó la idea, pero pasaron los años y cada vez que me miro al espejo, esa misma cicatriz me recuerda lo fuerte que fui durante el difícil momento que me tocó vivir. Además le temo al dolor”, alegó entre risas.
Maricha cree que para este verano en sus vacaciones se animará a mostrarse en traje de baño y no descarta la posibilidad de compartir fotografías en sus redes sociales.