Sin buscar la fama, Cástulo Ortega, al que todos lo conocen como el “Pájaro Campana”, mascota de la Selección Nacional, en un partido de la Copa América, del año 1999 se convirtió en tapa de un diario local y desde ahí nunca más asistió a la cancha sin su traje para alentar a la albirroja. “Yo diseño mis atuendos, una modista lo confecciona”, arrancó diciendo el hombre al que muchos paraguayos no lo quieren, porque dicen que atrae a la mala suerte.
“Ahora siento que me quieren más, aquí cuando empezás a ser exitoso la gente empieza a criticarte, me entristece un poco. Eso de la mala suerte no existe, a mi me gusta ir a la cancha y repartir alegría”, expresó Ortega.
Don Cástulo fue al mundial Korea - Japón, Alemania y Sudáfrica, gracias a su sobrino Dionisio Ortega, dueño del colegio Nihon Gakko, quien le financió los costosos pasajes y viáticos. “Cuando voy al extranjero la gente se acerca para tomarse fotos conmigo, incluso me quieren pagar y yo les digo que no es nada, esto lo hago por amor, eso me emociona mucho”, añadió.
Dionisio Ortega, director de la institución educativa, tiene planeado hacer un museo dentro del colegio con recuerdos que trajo el Pájaro Campana de sus viajes en donde fue como representante del Paraguay. Cástulo Ortega se desempeña como peluquero y masajista a domicilio, también asiste a cualquier actividad solidaria a la que se le invite, porque le encanta vestir su traje tricolor y relacionarse con las personas y lo seguirá haciendo hasta que Dios le diga basta. Conoce y aprecia mucho al redactor deportivo Gabor Martín Poka (Kichipoka), otro de los personajes a quienes lo tildan de “mufa”, el comunicador coincide con Ortega, dice que la mala suerte es solo para quienes creen en ella.