Tribunal decidió que los bienes del narcotraficante brasileño pasen a manos del Estado. En el establecimiento habían sido encontrados grandes cargas de droga.
El capataz fue acusado por sus patrones en una estancia de haber robado un celular y un cargador de rifle, por lo que decidieron maltratarlo de esta forma. Ocurrió en Karapaí, Amambay.
Al finado se le cayó casi una tonelada de tierra encima, le cubrió la mitad del cuerpo para arriba. Murió casi al instante por asfixia, según forenses.