Mirna Giménez (31), embarazada de seis meses, perdió a su hijo ayer, minutos después de haber dado a luz en el Hospital Materno Infantil de Fernando de la Mora. La desesperación y el dolor comenzaron a las 21:00 del domingo, cuando llegó con trabajo de parto pero los médicos le pedían que aguante más tiempo. Los profesionales estaban seguros de que el bebé prematuro necesitaría terapia intensiva y querían garantizar un lugar, en otro hospital, antes del alumbramiento.
Pelea por una cama
El fiscal Italicio Rienzi señaló que, según declaraciones de la médica de guardia Alcira Gayoso, ella se comunicó con SEME apenas llegó la parturienta e hicieron el pedido de una cama de terapia intensiva para un recién nacido, pero el funcionario le indicó que debía esperar que nazca y asegurarse de que necesitaría el lugar.
“La doctora volvió a comunicarse cuando la criatura nació, a las 01:52, y el funcionario le dijo que no había lugar en ningún hospital público y menos en el privado porque el Ministerio de Salud no pagó los aranceles por el servicio de terapia intensiva”, señaló el fiscal.
El bebé, que nació con 1 kilo y 280 gramos falleció a las 03:00, a pesar del esfuerzo de los médicos por reanimarlo.
Negó todo
David Cardozo, director del SEME, declaró que en ningún momento se negaron a buscar una cama para el recién nacido. “Se inició la búsqueda para terapia neonatal en sistema público y privado y no encontramos. Desde que nos avisaron del nacimiento estuvimos gestionando una cama de terapia intensiva y es mentira que mencionamos una falta de pago de aranceles”, aseguró Cardozo.