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Póra en hospital: "Recé y le pedí que ya no me asuste"
Misterioso "fantasma" en el Regional de Coronel Bogado. Enfermera lleva agua bendita y pindó karai en su guardia nocturna en el Hospital.
La enfermera Liz Rocío Alvarenga (39) se aferró fuertemente a su rosario cuando escuchó unas pisadas y de repente vio pasar una silueta extraña frente a ella, dentro del pabellón pediátrico del Hospital Regional de Coronel Bogado, Itapúa. Ella quedó en shock.
Inmediatamente se puso a rezar, pero el miedo la superó y, antes de terminar de hacerlo, bajó junto a sus compañeras. Estas, al ver su cara pálida y sus manos temblorosas agarrando fuertemente el rosario, le preguntaron qué le pasó.
“Yo les conté lo que vi y lo que escuché. Primero pensé que era un perro que subió y que eso fue lo que pasó frente a mí, pero me fui a ver en la Sala 1 donde entró y no había nadie. Ellos me dijeron que no suba más, pero me negué y, luego de un rato, volví a subir”, contó a EXTRA la licenciada.
Siguió con su rezo
Desde la rampa comenzó nuevamente a rezar el rosario y se tranquilizó. Eso ocurrió el lunes cerca de las 23:45. Luego, ya a la madrugada, cerca de las 3:00, volvió a hacer su recorrido diciendo que ya nada la iba a asustar, pero se equivocó.
“Luego de hacer el recorrido, entré a una sala donde solemos descansar. Ni bien me acuesto escucho que el leukoplast (cinta para uso médico) se cayó y rodaba en el piso. No hice caso, pero seguía escuchando que rodaba. entonces dije: ‘este quiere jugar o me quiere asustar’. Me levanté y vi que el leukoplast estaba intacto sobre la mesa, agarré y metí en mi cartuchera, entré a la pieza y comencé a rezar otra vez”, relató.
La mujer pidió al “fantasma” que la dejara en paz. “Le dije que este es mi lugar de trabajo y que ya no me asuste, al contrario, que sea mi compañero de trabajo o bien, que me diga qué es lo que quiere”, manifestó la mujer.
Agua bendita
Ayer Liz volvió a hacer su guardia nocturna, pero ya llevó una botella con agua bendita y la palma bendecida el Domingo de Ramos. “Dicen que esto no deja entrar malos espíritus, por eso voy a tener conmigo en cada guardia”, dijo.
Según la trabajadora, no es la primera vez que ocurre algo “paranormal” en el centro médico. “Mis compañeras la vez pasada escucharon un grito, tipo lamento de una mujer, subieron a ver qué era y nadie estaba”, contó.
“Muchos también dijeron que suelen escuchar pasos de criaturas que corren en la planta alta o que ríen, pero cuando se van a ver no encuentran a nadie”, declaró. Otro episodio raro fue con una colega suya que vio a una nena correr por el pasillo, luego preguntó a sus compañeras si vieron a la pequeña y ellas mencionaron que no vieron nada.
Harán misa
El diácono Ramón Yeza dijo que accedió a bendecir el lugar para que las enfermeras sientan la presencia de Dios. También anunció que van a estar celebrando allí una vez al mes una misa con el grupo de Schoenstatt. Esto ya lo tenían planeado desde hace tiempo.
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