El presuroso andar de la gente en Asunción se detiene precisamente ahí: donde la numeración 871 marca presencia sobre la calle Oliva, casi llegando a Montevideo.
Aún se perciben algunos olores y el casi deprimente tono rosado de su fachada hace una llamada de atención. Enfrente mismo, detrás del portón que da paso a una escalerita, una puerta entreabierta permite la vista al interior del domicilio. Desde allí puede observarse el desorden general y al fondo aún extendidas algunas ropitas de los niños.
La casona de la masacre la llaman todos. A pocos metros una parada de colectivos es el sitio ideal para detenerse a comentar los últimos datos sobre el horroroso crimen.
Por supuesto, quienes pasan por allí no pierden la oportunidad de echarle un vistazo a la casa, fijarse en cada detalle. Personas de a pie, en coches y desde micros aprovechan su paso por allí para detenerse y contemplar aún incrédulos la edificación.
Sin embargo, no todos los que se detienen ahí lo hacen por curiosidad. Jorgelina Marín y Soledad Pereira marcan la diferencia.
Ellas, desde el martes 9 de octubre, llegan al sitio para orar por los fallecidos. Doña Chiqui, como se la conoce a Jorgelina de cariño en su trabajo, ubicado a la vuelta del lugar (sobre General Díaz), contó que desde hace 27 años deambula por esos lares y que el caso le tocó muy de cerca, pues ella tiene seis nietos y entre las víctimas había dos criaturas. “Como cristiana creo que hay que hacer mucha oración para que descansen sus almas”, declaró ña Chiqui. Adelantó que completará los nueve días de rezo y que hoy se celebrará una misa en la parroquia Santa Rosa de Lima, en Lambaré, desde las 19:00.
Por 300.000 vendieron heladera. Declaró ante la fiscala Esmilda Álvarez, una tía de Araceli Sosa, y afirmó haber comprado una heladera del poder de Bruno Marabel, por ese costo.
Líquido en cama de Dalma Rojas
Un llamativo elemento encontraron peritos de la Fiscalía en la pieza de Dalma Rojas. En la cama de la finada se halló lo que parecería ser líquido seminal, confirmó la fiscala Esmilda Álvarez. Esta evidencia podría ubicar a Bruno en la casa, donde además habría pasado la noche con él Alba Armoa el sábado 6 de octubre. La muestra será analizada en el laboratorio forense del Ministerio Público para determinar la fecha y confirmar si pertenece al principal sospechoso.