Leonardo Manuel Gómez (29), llamativamente, no llegó a su trabajo el martes último. Su madre estaba ya preocupada desde el día anterior, porque siempre le avisaba dónde estaba, pero esta vez no lo hizo.
La mamá fue hasta la comisaría de Paraguarí para denunciar su desaparición. A partir de entonces, la Policía tomó cartas en el asunto.
Ayer, un macabro hallazgo se registró. Encontraron el cuerpo macheteado y calcinado de Gómez en un yuyal de Piribebuy.
“Desastre le hicieron. Le machetearon todo mal a mi único hijo, ¡Dios mío!”, lloraba sin consuelo doña Librada Rivas.
El oficial José Espínola, de Investigación de Delitos de ese departamento, contó que el número de César Guzmán Franco (19) estaba entre las últimas llamadas que recibió ese día, por lo que fue arrestado. Guzmán no tardó en confesar el horrendo crimen y señaló dónde dejó los restos mortales del joven.
Brutal confesión
El uniformado indicó que sospechan de algún vínculo sentimental entre ambos, pero que todavía no hay certeza.
“Son rumores que se manejan. Se cree que Leonardo ‘hinchaba’ mucho a Guzmán y que por eso le mató”, dijo.
Por su parte, la fiscala del caso, Gloria Gamarra, explicó que el joven detenido los guió hasta donde dejó la moto de la víctima.
“César tiró desde un barranco, al costado de la ruta, la moto quemada; en un lugar mucho más alejado dejó los restos de Leonardo. El cuerpo presentaba múltiples cortes de machete en la cara, en el pecho, en los brazos. Y después de haber fallecido, lo quemó para tapar las huellas, presumimos”, dijo Gamarra.
Adelantó que en el transcurso de este día, César Guzmán será imputado por homicidio y guardará prisión mientras tanto en la Comisaría 1° de Paraguarí.
“Yo le dije que pare y no paró"
César Guzmán (19) dijo que el lunes de madrugada estaba compartiendo unos tragos con la víctima, Leonardo Gómez (29), en su casa. Este, estando ebrio, lo acosó, señaló."Yo estaba en una silla y él empezó a arañarme todito. Le dije que pare y no paró. No entendía luego. Estaba estudiando en el cuartel, yo quería estudiar para militar. Yo no sabía qué hacer cuando reaccioné por él. Yo no estaba tan alcoholizado, él sí. Ya no se controlaba luego”, dijo el joven detenido a C9N. Guzmán vive con su mamá y su abuelo, en la compañía Naranjo entre Paraguarí y Piribebuy.
“Es un crimen de odio”
La activista de Derechos LGTBI, Yrén Rotela, conversó con EXTRA y contó que conocía a Gómez desde que trabajó en la Municipalidad de Paraguarí.“Su mamá no aceptaba su orientación sexual. Ella era transexual, pero respetaba la decisión de la familia”, dijo.Yrén contó que había noches en que Leonardo Manuel era Ada Naomi. “Lo que me dijeron las compañeras de Paraguarí fue que entre ellos hubo algo. Lo que se tiene que investigar es la saña que hubo. Que no trate de justificar nada. Es un crimen de odio y estamos muy preocupadas”, indicó.