“Yo prometí sacarle con vida a mi hija y así lo hice. Su corazón salió latiendo de ahí y hoy está en el pecho de alguien”, dijo con profundo dolor Dorys Ramírez Paredes, madre de Leyla Ayala, la joven universitaria de la facu de Derecho, que donó sus órganos ayer tras sufrir una muerte cerebral a causa de un accidente de tránsito.
“Siempre fuimos de la idea de que si a mí ya no me sirve, al otro le sirve”, y esta fue la decisión que tomé como mamá y toda la sociedad se da cuenta de lo grande que es mi hija, que al partir siguió siendo grande”, añadió.
En ambulancia
Hasta las cinco de la mañana de ayer y sin dormir, los doctores del Hospital de Trauma culminaban la misión de extraer los órganos de Leyla. No había tiempo que perder.
El corazón de “Leylu”, una joven de 23 años, salió en una ambulancia custodiada por la policía con destino al Instituto de Cardiología donde aguardaba el paciente Milciades Salinas, de 58 años, un comisario retirado que hace días se había colocado un corazón artificial.
El doctor Agustín Saldívar, del Hospital de Trauma, comentó que ayer “a un señor de 49 años le trasplantamos un riñón de Leyla, el otro lo está recibiendo un paciente que viene de Encarnación; las córneas, a una persona joven y los huesos y tendones fueron al Banco de Huesos y Tejidos”.