13 dic. 2024

Asesinaron al sobrino del capo del Clan Rotela

En otro trágico episodio carcelario, el secre del hermano de Cucho se suicidó.

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Un fuerte contingente policial llegó a la cárcel tras los episodios que marcaron el viernes en la penitenciaría de varones capitalina en la mañana y el segundo en la tarde.

Tras innumerables líos con miembros del Primer Comando Capital (PCC) en la cárcel de Pedro Juan Caballero, Luis Antonio Ortiz Rotela fue trasladado ayer al penal de Tacumbú.

El hombre de 30 años era sobrino del conocido narco Armando Javier Rotela, líder del Clan Rotela, que maneja el negocio del tráfico de drogas en las cárceles del país.

“Se le trasladó porque la población del PCC es mucho más grande allá que en Tacumbú, pero temprano protagonizó un conflicto con otro miembro de su grupo”, comentó a EXTRA la viceministra de Política Criminal Cecilia Pérez.

Siguió lío y murió

Por esta razón estuvo toda la mañana bajo el control de personal de seguridad.

Sin embargo, la estadía de su pariente en la cárcel capitalina fue corta.

Pero poco después de la siesta, apenas tuvo la oportunidad, Luis Antonio fue directo contra su oponente, Arnaldo Fabián Giménez, de 27 años, a quien le dio una estocada en el pecho.

Al ver esa situación, otro preso reaccionó y atacó a Ortiz Rotela, provocándole también una puñalada.

El doctor Agustín Saldívar, director del Hospital de Trauma de Asunción, confirmó a EXTRA que este último llegó ya sin vida al nosocomio, mientras que su rival sobrevivió y fue metido de urgencia a quirófano.

Pérez explicó que ya tienen identificado al autor, cuyo nombre no fue dado a conocer hasta el cierre de nuestra edición.

Se suicidó secre de hermano de Cucho

Otro recluso de nombre José Ignacio González Ozuna fue encontrado sin vida en el interior de su celda en la misma cárcel. El fallecido era el “secre” de Marcelo Ricardo Cabaña, hermano de Reinaldo Cucho Cabaña, quien también se encuentra recluido en el mismo penal.

Pérez dijo que se sospecha que se trataría de un suicidio, debido a que el reo atravesaba un momento familiar difícil, además de haber sido abandonado por su novia.