Con pocas esperanzas, Sixta Escurra (83), cada fin de mes camina varios kilómetros hasta un cajero automático, con la ilusión de que le depositen su pensión de Adulto Mayor.
La abuelita vive en una humilde vivienda de Carlos Antonio López, Itapúa. Hace un año y cuatro meses que no recibe los G. 450.000 que le corresponden.
En un mueble antiguo, doña Sixta guarda como tesoro su tarjeta de débito del BNF, sus extractos de cuenta y los demás documentos que le proveyeron cuando fue beneficiada con la ayuda estatal.
La abuela está segura de que todo se trata de un mal entendido y, esperanzada en solucionar el inconveniente, pidió ayuda a su vecino, Gabriel Caballero, porque ella no entiende mucho de trámites bancarios. “Ella cobraba su sueldo, mucho tiempo recibió la plata pero creo que después le borraron del sistema de forma injusta”, indicó Gabriel.
Visita de Hacienda
Una supuesta funcionaria del Ministerio de Hacienda llegó a la casa de la abuela, le señaló que debía corroborar todos sus datos y le pidió su cédula de identidad.
La señora fue a buscar su documento pero no lo encontró en ese momento. Cuando le explicó la situación a la funcionaria, ella se retiró de la casa, sin decir nada.
Después de esa visita, la abuela no volvió a cobrar su platita. Sixta tiene un tumor en el cuello, ya no puede operarse debido a su avanzada edad, pero necesita de su medicina. Desde la Dirección de Pensiones No Contributivas de Hacienda aseguraron a EXTRA que visitarán a la abuela para verificar su situación.