La paz y la tranquilidad parecen haberse olvidado de la existencia de Cerro.
Cuando parecía que el regreso del Chiqui a barrio Obrero pondría paños fríos a la candente situación del club, se dio lo de la polémica asamblea donde el presi Raúl Zapag presentó su informe de gestión.
A mano alzada y en medio de gritos y silbidos aprobaron el balance 2019, por lo que los directivos terminaron corriendo de la cancha.
Esto generó la ira de los socios quienes sostienen que no hubo ninguna mayoría.
“Para mí fue una jornada de irregularidad, desde el principio hasta el final”, señaló Guillermo Arce, miembro del Comité de Socios de Cerro a la 650 AM. Incluso anunció que iniciarán las gestiones para pedir que la asamblea sea anulada.
“Vamos a tener una postura definida el día jueves (hoy). Tenemos 60 días para promover el amparo o conseguir las 400 firmas para pedir la nulidad de lo que se aprobó”, explicó.
Arce lamentó la forma en cómo se realizó la asamblea, teniendo en cuenta el fastidio que ya venían arrastrando los socios por los fracasos deportivos del club. “Nunca me sentí tan inseguro en mi club. Tuvimos que salir corriendo”, dijo. Finalmente y seguro de sí mismo agregó que no necesitará mucho tiempo para lograr el objetivo. “Las 400 firmas yo voy a conseguir en menos de 24 horas”, tiró.
Le bajaron la caña
“Al recordar el nacimiento de Jesús, que Dios nos bendiga con amor, paz y renueve nuestras ilusiones a medida que empezamos a despedir el año. Feliz Navidad a todo el pueblo azulgrana”, fue el mensaje que el presidente Raúl Zapag tiró al Pueblo en su cuenta de Twitter.
Pero como nadie luego le aguanta anga, recibió bajadas de caña de todo tipo y colores.
Varios exigieron que pida perdón a los socios por lo sucedido en la asamblea. Lo acusaron de escudarse detrás de barras bravas para defenderse.