El micro de Cerro Porteño fue apedreado en Luque, en la fecha pasada. El suceso instaló de nuevo el eterno problema de los actos vandálicos que manchan el fútbol. La barra de Luque volvía el domingo a su República tras el juego ante Libertad, con fuerte custodia policial.
Malos hábitos
Cerca de la estatua de Las Residentas, en el desvío entre Autopista y Tapé Tuja, se libró una batalla campal entre hinchas del Chanchón y agentes del orden. Entre palos que iban y piedras que venían, quedaron heridos tres agentes y varios barras. El oficial primero Óscar Heurich (30) fue el que se llevó la peor parte, tras recibir un balazo en la pierna izquierda.
El subjefe de la comisaría 9na. Metropolitana, Guillermo Gómez, sufrió un traumatismo en el tobillo y el suboficial Diosnel Soto acusó golpes en la cabeza. Los tres fueron derivados al Hospital de Policía “Rigoberto Caballero”. Todos se encuentran fuera de peligro.
Acusan a los líderes
El jefe del Área Metropolitana de la Policía, Comisario Carlos Ozuna, tildó de vandálico el lamentable suceso y pidió a la APF que los responsables no vuelvan a ingresar a un estadio de fútbol nunca más. “Fuimos atacados directamente por este grupo criminal. Yo estuve en contacto con el presidente de la APF, indicándole que este grupo tiene que ser suspendido de por vida de las canchas”, dijo en Paravisión el jefe policial.
La policia afirma haber identificado a 9 de los 35 jefes que tiene la barra, como los principales responsables. El caso quedó en manos del fiscal Cristian Bernal, quien ordenaría contra ellos una orden de captura. Los Chancholigans denunciaron que los policías reventaron los vidrios de los micros.