Inspirados con pasajes biblicos de su capitán, los muchachos del Sudamérica de Paraguarí, le hicieron cuesta arriba la clasificación al Guma en la Copa Paraguay.
Así como en su momento Mario Ricardo fue noticia tras el juego entre el Colón de J. Augusto Saldívar ante el Ciclón, el Sudamérica de Paraguarí presentó ayer a su candado Melanio Falcón, quien con grandes tapadas y con ayuda de sus compañeros, complicó mucho más de lo esperado la clasificación del Guma por la Copa Paraguay. La rutina del arquero no es nada fácil, pues antes de asistir a cada práctica deja brillando los autos que ingresan al taller, donde trabaja como pintor y además repara plásticos. Luego se pone los pantaloncitos y acelera el paso para llegar a tiempo al club. “La mayoría de mis compañeros son trabajadores, algunos doctores, enfermeros, otros choferes; son personas que trabajan, pero a la vez juegan y es increíble porque salen de sus trabajos y se van a la cancha a entrenar, es un doble esfuerzo que se hace. Creo que es una realidad en todas las ligas del interior, no vivimos de fútbol, tenemos nuestro trabajo aparte”, destacó Melanio. LABOR DEL CAPITÁNFalcón resaltó además las arengas de su capitán Pablo Velázquez, que tuvieron mucho que ver en las conquistas obtenidas, como ser campeones del departamento y flamantes monarcas de la Liga Paraguariense. “La clave de este equipo es la unidad y la fe inculcada por nuestro capitán, quien antes de cada partido nos inspiraba con un pasaje de la biblia y tomamos el episodio de David y Goliat para enfrentar a Libertad. La influencia de Pablo es grande en el plantel, él es el más experimentado, con 37 años, y todo lo que hace es para que los jóvenes del Sudamérica lleguen lejos”, acotó. Por otra parte, son tantas las historias que vamos conociendo con el transcurrir de la Copa. En el Colón de J. Augusto habíamos visto que el presidente del club era asitente técnico y preparador de arqueros, pero el Aurinegro también tiene lo suyo, tal y como lo comentó el guardameta. “Tenemos un compañero que a su vez es el preparador físico del equipo, y no sabemos si decirle compañero o profe. Cuando jugamos en la práctica nos cuesta retarle cuando se equivoca”, añadió.