El fútbol es pasión de multitudes y una derrota puede reflejarse de diversas formas en un aficionado. Sin embargo, es tan común que en esta parte del continente se tenga un significado erróneo de lo que realmente significa ser un hincha de fútbol. En Sudamérica, es fácil empañar una gran fiesta deportiva a través de la violencia.
En agosto de 2014, Bernardo Daniel Saldívar Benítez, un aficionado azulgrana de 30 años, había publicado en su cuenta de Facebook la imagen de tres pistolas, acompañada de un tatuaje en el brazo con el escudo de Cerro Porteño y la siguiente inscripción: “más que un sentimiento”. Además, la fotografía tenía un amenazante mensaje dirigido a los aficionados de Olimpia, acérrimo rival del Ciclón. “Mi regalo para Olimpia, por el día del niño. En la sexta fecha te doy”, decía el intimidatorio escrito.
A raíz de esta publicación, el juez Rubén Riquelme tomó la decisión de sancionar al peligroso hincha, que resultó ser un exguardia de seguridad. El castigo consiste en no poder ingresar a ningún estadio de fútbol por un lapso de 2 años. Saldívar también deberá asistir, dos veces al mes, al Departamento de Eventos Especiales y Deportivos de la Policía Nacional. Allí deberá aprender conocimientos que tengan que ver con la seguridad de las personas que van a los estadios. Saldívar debe presentar las constancias de estas medidas al juzgado. Este caso estuvo a cargo del agente fiscal de la Unidad Especializada de Seguridad y Convivencia de las Personas del Ministerio público, Emilio Fuster.