Gonzalo Llanos, preparador físico de General Díaz, utiliza una tecnología muy eficaz en los jugadores de las Águilas. Se trata del “yoyo” test. Con este sistema de entrenamiento, se busca tener una completa “radiografía” de los futbolistas del aviador que están encarando los trabajos de pretemporada. “Lo que hacemos con este instrumento es evaluar la potencia aeróbica. En base a eso, planificamos los trabajos intermitentes”, explicó el profesional.
Además, este equipamiento permite una evaluación de saltabilidad. “Le hacemos realizar a los jugadores tres saltos. Se saca un informe individual de los jugadores, en cuanto a su potencia de piernas, tanto en el salto, en el arranque, como en la velocidad de los mismos”, comentó. Este instrumento es empleado en muchos clubes en el exterior y brinda mucha información para el cuerpo técnico. “Sirve para planificar el trabajo más especifico de lo que sería un partido”, graficó Llanos.
Viento en popa
Todo está fríamente calculado en el “nido” y los trabajos marchan acorde al calendario de trabajos, sostuvo el especialista. “Las evaluaciones salieron bien, teniendo en cuenta que los jugadores hasta hace poco tiempo estaban en competencia. Lógicamente apuntamos a lo físico con el informe que recabamos de los jugadores con los test. Ellos estuvieron con un plan de transición, entre lo que fue la culminación del Apertura y el comienzo de la pretemporada, para no aumentar de peso y no perder los niveles de fuerza”, remarcó el preparador físico.
Las Águilas vienen activando en triple turno, en predio del Comité Olímpico Paraguayo. El domingo, los dirigidos por Mario Jara realizarán su primer amistoso, con un rival a confirmar.