20 abr. 2024

Denuncian “cosas raras” a favor de Olimpia en la final de 1990

Exfutbolista de Barcelona de Guayaquil jura que el arbitraje les cocinó la final de vuelta de la Copa Libertadores ante el Rey de Copas paraguayo, en suelo ecuatoriano.

Los tres dedos son una especie de símbolo que los franjeados muestran con orgullo para recordar la cantidad de Copa Libertadores que conquistó Olimpia en 115 años de vida institucional. Mientras tanto, hinchas de otros clubes tratan de desmeritar los logros del Rey de Copas paraguayo alegando supuestos amaños auspiciados por Osvaldo Domínguez Dibb.

Desde Ecuador nació una nueva novela con relación a la recordada final continental de 1990, entre Olimpia y Barcelona de Guayaquil, que terminó con la consagración del conjunto paraguayo por segunda vez en su historia. Marcelo Trobbiani, exfutbolista argentino y que enfrentó a la “O” en los dos partidos, denunció que en el juego de vuelta, en suelo ecuatoriano, “hubo cosas raras”.

“En el partido de ida Olimpia nos ganó bien, perdimos 2-0. Pero cuando jugamos en el Monumental ahí nos robaron, porque (lo que pasó) no se sabía en su momento, ahora (Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol) están todos presos o en sus domicilios están presos”, tiró Trobbiani a Radio City de Ecuador.

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Según el exfutbolista, de existir la tecnología en ese entonces, el Franjeado posiblemente terminaba con las manos vacías.

“El primer gol es legal, le meto una pelota a Manuel (Uquillas) a cinco metros que está habilitado y (el árbitro) cobró fuera de juego. Después el penal, Almeida se fue hasta los pies del (Luis Alberto) Loco Acosta. Si hubiese habido el VAR seguramente esas dos jugadas se hubieran mirado y decretado el gol de Manuel, el penal se hubiese repetido y el gol mío, eran tres goles pero lamentablemente no fue así”, se lamentó.

Marcelo siguió con su relato y le bajó que el propio Patricio Loustau, árbitro de ese cotejo, reconoció sus errores. “Después yo me encontré al árbitro (Loustau) en Buenos Aires y me dijo: ‘Bueno me equivoqué’. Le dije: “Nos perjudicaste, era la única Copa que me faltaba ganar en mi carrera”, acotó.

“Fuimos un dignísimo finalista donde jugamos el mejor partido de todos. En la final nosotros fuimos muy superior a Olimpia, jugamos un partido brillante en Guayaquil pero nunca se dio (el resultado)”, remató Trobbiani.