Cada vez falta menos para la final de la Copa Sudamericana en nuestro país y los responsables de la organización y seguridad afinan detalles para que no haya ningún cabo suelto.
Ayer en conferencia de prensa, representantes de la Policía Nacional explicaron el operativo que montarán a partir del viernes por la tarde. Según establecieron, en las cuadras inmediatas al estadio de Cerro Porteño las calles se bloquearán por completo.
“El segundo anillo de seguridad entre Caballero y EE. UU., desde 4ª hasta 11ª Proyectadas debe estar libre de estacionamiento vehicular y vendedores en la vía pública”, avisó el comisario Eliseo Gaona.
Ante esta prohibición surgió la preocupación de los vecinos de la zona por salir y entrar sin inconvenientes de sus hogares; más todavía con el rumor de que solo con sus facturas de ANDE o Essap se les concedería el paso.
Sin embargo, ese trascendido fue desmentido por la policía que tiene previsto un método para facilitarles la circulación a esas personas. “No sé quién habrá dicho eso, pero es una información totalmente fuera de contexto. Nosotros vamos a dar un pase a esa gente a fin de que puedan ingresar. Vamos a visitar casa por casa y le vamos a dar ese pase”, aseguró el jefe de Eventos Deportivos a EXTRA.
Cuidacoches, ojo
Los no muy bien vistos cuidacoches tendrán vía libre en los alrededores de la Nueva Olla pero estarán bien vigilados. “No se permitirán extorsiones por parte de cuidacoches. Ante cualquier denuncia que se realice va a estar algún oficial policial”, mencionó Gaona.
Sobre el mismo punto, el defensor del Pueblo, Miguel Godoy, presentó un recurso de amparo para que la Asociación de Cuidacoches no imponga ninguna suma de dinero a los aficionados este sábado. Esto debido a que el presidente de dicho gremio anunció públicamente que cobrarían G. 20.000.
Catedral, con alfombra verde
La cuenta oficial de la Conmebol Sudamericana posteó un vídeo en las redes, en donde mostró cómo quedó, después de unos arreglos, el campo de juego de la Nueva Olla para la final.
Luego del concierto que hubo hace un par de semanas en la Catedral de la Pasión, el césped del sector sur tuvo un desgaste, por eso procedieron a reemplazarlo por otro pasto en óptimas condiciones traída de la cancha principal del Parque Azulgrana.
Tras el cambio, la pista del estadio General Pablo Rojas parece una mesa de billar en la que no precisamente jugarán a eso, sino que se librará una batalla entre argentinos y ecuatorianos por una mitad de la gloria del fútbol sudamericano.