Después de 9 años, Santiago Ramírez nuevamente iba a ser papá. Él y su esposa Ana Vázquez esperaban a la princesita que los llenaría de alegría, pero un triste final los dejó con los brazos vacíos.
El jueves pasado fueron hasta el Hospital Regional de Paraguarí, porque la mujer perdía líquido, pero el cuadro se complicó y quedó internada. Una infección adelantó el parto y el lunes, en horas de la mañana, Ana dio a luz una bebita prematura con 25 semanas de gestación. La criatura necesitaba urgente de terapia.
Pesadilla
En IPS le dijeron que el sistema estaba colapsado, entonces pidieron ayuda al SEME. Allí respondieron que no podían hacer nada, ya que la mujer es asegurada, pero el padre ya desesperado les explicó que allí tampoco había lugar.
“Entonces, los del SEME me pidieron una constancia, fui y les traje. Eran cerca de las 17:00 cuando entró mi pedido. Nunca obtuvimos respuesta, solo después de presionar con la prensa me respondieron que tampoco había cama de terapia en todo el país”, relató. Poco antes de las 22:00 el corazoncito de la beba dejó de latir.
“Por culpa de la burocracia hoy estoy llorando la muerte de mi bebé, en este país los comunes no tenemos esperanzas”, lamentó. David Cardozo, director del Servicio Emergencias, argumentó que se realizaron todos los procedimientos y que cuando finalmente se había encontrado un lugar, ya fue tarde.