Desde el primer día que supo que iba a ser mamá por primera vez, Mariela Leiva (20) comunicó con mucha alegría a la empresa donde trabajaba, Copel S.A. Sin embargo, el trato hacia ella cambió radicalmente, según denunció.
La sobrecarga de trabajo y las exigencias eran cada vez mayores, por lo que estuvo a punto de perder a su bebé debido al estrés que sufría. “En IPS me dieron reposo por eso. Ellos no aceptaron y me echaron. En ese momento no dije nada porque me quedé en shock”, relató con tristeza.
La joven comentó que el 9 de septiembre le notificaron de su desvinculación y su mundo se le cayó encima, ya que vive con su abuela de avanzada edad. A casi 9 meses, tuvo que empezar un nuevo tratamiento en el hospital Regional de Lambaré.
Pese a que inició una demanda contra la empresa, la solución se demora, ya que nunca se presentan a las audiciencias. Mariela ya llegó a las 39 semanas de embarazo y su preocupación máxima son los gastos del parto.
Intentamos obtener la versión de la empresa, pero el encargado del área de Recursos Humanos ya no se encontraba en la oficina, según la recepcionista.