Hoy será un lunes muy difícil para la mayoría de los ciudadanos. Las últimas noticias del Gobierno fueron un palo en la espalda del trabajador. Marito quiere ganar más tiempo y esa decisión tiene un costo muy elevado.
Era de esperarse que el Gobierno intente resolver el avance del virus con más restricciones. Sin hospitales, sin medicamentos, sin vacunas, el encierro es lo único que podría salvarnos de morir a causa del virus. Sin embargo, prohibir solo la “movida nocturna” no garantiza una disminución de contagios. Quizá fue efectivo al comienzo de la pandemia, pero hoy solo es sinónimo de desempleo. Con 6.000 muertos, el Gobierno ya no tiene autoridad moral para exigir más sacrificios al pueblo.
Este decreto fenecerá y todo seguirá igual. La doctora Gloria Meza, presidenta del Circulo Paraguayo de Médicos, explicó por qué esta segunda ola nos pegó con tanta fuerza. “Estamos con 700 camas de UTI para 7 millones de habitantes, por supuesto que va colapsar. No se previó nada”, dijo. Para que entendamos mejor dónde estamos parados, dio como ejemplo a Uruguay, que tiene mil camas de UTI para poco más de 3 millones de habitantes.
Un plan de vacunación masiva, más hospitales con medicamentos y el juzgamiento de políticos corruptos, es lo que necesitamos.