28 mar. 2024

De la repostería, no del clóset

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Cuando era niña recuerdo que tenía una amiga, la única que a mis cinco años podía catalogar así. Para los demás niños de mi edad, yo no era de su agrado. La vida te da momentos increíbles con una persona; pero de golpe también te saca todo. Ella murió de leucemia.

Crecí con la ilusión de ser doctora. Quería sanar a todos los niños como ella. Encontrar una cura a esa maldita enfermedad. Soñaba casarme con un buen hombre de mi misma profesión y a mi primera hija llamarle Anita.

Pero fui creciendo y me di cuenta de que eso de formar una familia no era lo mío… al menos, hacerlo al lado de un hombre. Sí, soy lesbiana. Y he soportado todo tipo de chistes al respecto, y me acostumbré a hacerlos en cada oportunidad donde pudiera encajar la respuesta “acá estoy” cuando preguntan “¿dónde está la torta?”.

Ayer, justamente, se recordó el día internacional de la lucha contra la homofobia. Entre otros discursos escuché a un fulano vociferar en la plaza contra los que en forma de protesta se unían al Besatón. Decía que deberían manifestarse contra “los violadores del Código de la Niñez”… y pensé, ¡y bueno! Materia pendiente aún, es conocer la ley.

Sigo convencida de que existen males mucho más densos que una simple pareja de gays. Con esto no defiendo el Besatón. En ninguna de sus ediciones estuve presente y la verdad nunca me ha interesado participar.

Actualmente tengo ganas de formar una familia. Sí, con una mujer, aunque salten algunos a decir que no podemos. En mis cinco años cubriendo el área de Policiales he visto criminales, curas pedófilos, violadores… y ¡fíjense!: fueron criados en familias heterosexuales.

Como lo dije más de una vez, nunca me he sentido discriminada por mi condición sexual. La única vez que fui discriminada fue por una casa de créditos, que no quiso darme un préstamo por ser periodista.

Tengo amigos colorados, liberales, socialistas, religiosos y ateos. Pro familia y pro gay. No depende de mi condición, sino de la calidad de persona de cada uno, el respeto hacia los demás y su pensamiento, aunque no los comparta.