Los materiales usados para el blindaje son sometidos a rigurosas pruebas (ilustración). Grandes empresarios, políticos y ganaderos son quienes más utilizan vehículos blindados, a raíz de la creciente inseguridad que se viene acentuando desde hace unos años en el país. Los interesados recurren a empresas privadas para reforzar sus rodados, mediante la instalación de vidrios irrompibles y láminas de acero que sirven para soportar impactos de balas de distintos calibres.
Los costos varían entre 20.000 y 30.000 dólares (más de G. 150 millones), para el tipo de blindado básico, “que es para arma de puño” (revólver y pistola); “y otro que es para arma de puño y fusil”, cuyo precio llega a los 50.000 dólares (G. 250 millones), explicó a EXTRA Rubén Barchini, gerente comercial de Armor del Paraguay SA, empresa dedicada al blindaje integral de vehículos.
Comentó que el “blindaje superior” tiene más demanda en las zonas de influencia del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que abarca el norte del país, donde se usan fusiles AK 47 y M 16. En las denominadas “zonas no complicadas”, como Asunción y otras ciudades menos peligrosas, se pide más por los blindados básicos, “porque no se ataca con armas largas”, refirió.
Chalecos, también
Barchini mencionó que también se compran mucho los chalecos antibalas, que vienen en tres categorías: para guardias de entidades financieras, para custodios de transportadores de caudales y el ejecutivo, “que se usa debajo de la ropa”.