Tras ser víctima de un ataque el sábado 23 de julio, en el que fue baleado en el pecho por dos desconocidos que dijeron ser agentes de policía, Ángel Otazú Benítez (29) terminó prácticamente paralítico.
Quedó postrado en una cama y sin saber lo que le depara el futuro, pues ni los propios médicos pueden asegurarle si volverá a caminar. “Estaba viendo la tele con mi mamá cuando de repente alguien llegó gritando ‘Policía, policía...’, patearon la puerta de mi casa y me dispararon. Intenté esquivar, pero igual me agarró la bala. Del pecho para abajo ya no siento nada, no puedo moverme”, relató el afectado.
Vive oculto
Debido a los constantes atentados sufridos por su familia en los últimos días, Ángel debió ser trasladado desde Alborada, en el distrito de San Rafael del Paraná, a una vivienda cuya dirección fue reservada por precaución. Desde allí espera un milagro. Su situación económica le hace imposible sobrellevar los gastos que genera su proceso de recuperación.
“Me hace falta todo porque soy muy pobre, no sé ni dónde estoy. Los doctores dijeron que solo Dios sabe si yo voy a volver a caminar, pero tengo fe”, señaló la víctima. Las personas que quieran colaborar con la recuperación de Otazú pueden llamar al (0984) 364 897.