El cuerpo de Pedro Riveros estaba aún fresco cuando lo encontraron. Fue derivado a Asunción para la autopsia correspondiente. “No puede ser que mi hijo haya sobrevivido a una guerrilla y vino a morir así”. Con estas palabras, Justina Rojas de Riveros expresaba su dolor ante la terrible noticia. En horas de la mañana de ayer fue encontrado el cadáver de su hijo, el sargento 1º Pedro Rodrigo Riveros Rojas, quien había desaparecido el sábado 3 de septiembre.
El hallazgo se produjo a la altura del kilómetro 225, a unos 600 metros de la Ruta VII, en la colonia menonita Bergthal (Caaguazú). Según el informe policial, el cuerpo estaba tendido entre un cultivo de avena, a 10 metros del camino vecinal, atado de las muñecas hacia atrás del cuerpo con una soga larga, tipo piolín. Tenía una herida de bala a la altura de la sien, lado derecho. Se presume que los autores lo llevaron vivo al lugar, lo hicieron acostar en el suelo y luego abrieron fuego.
Hipótesis
Daniel Mitjans, abogado de la familia, manifestó que se confirmó la hipótesis que venían manejando. “Lo que se decía no coincidía con la preparación de comando que él tenía, un muchacho activo en las FF. AA. Nosotros sabíamos que para quitarle dos rifles: o le tenían que drogar o matar”, dijo el profesional.