NUEVO CASO DE VIOLENCIA MACHISTA EN CIUDAD DEL ESTE
Hombre golpeador fue liberado por una jueza.
LLANTO DESESPERADOLa joven contó a la prensa lo desesperada que está desde que su pareja recuperó su libertad.
La violencia doméstica es un drama que sufren las mujeres y muchos de los casos terminan en tragedias. Algunas de las víctimas denuncian las agresiones, pero aún así no pueden liberarse del peligro por el que atraviesan.
Débora Dávalos (25) había denunciado los constantes maltratos –físicos y verbales–, incluso cuando estuvo embarazada, por parte de su pareja Reinaldo Ozuna, quien fue procesado y llevado preso.
Sin embargo, el hombre obtuvo medidas sustitutivas a la prisión que le dio la jueza Fátima Burró, de Ciudad del Este, y logró salir en libertad.
La joven madre quedó con mucho miedo por su vida, por lo que decidió refugiarse en la Comisaría de Mujeres de la capital altoparanaense, hasta donde llegó con una almohada y una frazada en los brazos.
“Me voy a quedar acá hasta que todo esto se resuelva y se le dé la pena que se merece. Estoy cansada, yo ya no estoy trabajando hace más de 6 meses por su culpa; no puedo salir, no puedo hacer nada”, dijo llorando. Cuestionó la decisión de la magistrada que liberó al agresor. “Me siento indignada ante la sospechosa actuación; me siento muy indignada y prefiero estar acá”, remarcó.
“NO LE DA NADA”Aseguró que Ozuna “no le da nada” a su hijo y que la tiene amenazada. Los policías le explicaron que no puede quedarse en la comisaría y la llevaron a otro lugar seguro.
UN CASO SIMILAR YA OCURRIÓ EN LA MISMA SEDE POLICIALDenunció a su expareja, porque le desfiguró el rostro, pero dieron arresto domiciliario al hombre.
ViolenciaLa chica quedó irreconocible.
Liz Rocío Velázquez es otra joven que pidió asilo y quiso dormir en la Comisaría de Mujeres de Ciudad del Este porque su expareja recuperó la libertad, luego de haberle desfigurado el rostro a golpes. Ocurrió a mediados de diciembre del año pasado.
El agresor, Fabio Junior Arrúa Duarte, había sido beneficiado con arresto domiciliario, pero la jueza Nilda Cáceres revocó la medida ya que el hombre incluso había amenazado de muerte a la joven.
“Él (por Arrúa), una vez que salga en libertad, me dijo que me iba a matar a mí y a toda la familia”, había declarado la chica. El hombre alegó que la golpeó porque le fue infiel, de acuerdo a los informes.