El pequeño Jesús Osmar tuvo un nacimiento prematuro. Él es sietemesino y enfrentó muchas dificultades en su salud. En sus primeros 40 días tuvo que permanecer en una incubadora y su peso no era suficiente.
Ante la desesperación, María Servín (su madre), acudió a San Antonio de Padua y le prometió que si su hijo vivía, ella le iba a vestir con la túnica del santo cada fiesta patronal, hasta los 7 años.
Al igual que otros niños, ayer Jesús, de 4 añitos, estuvo desfilando con el vestido del milagroso. “Él salvó a mi hijo”, afirmó la mamá. Contó que decidió ponerle la toga a su hija de 7 años para reforzar su promesa.
Muchas madres afirman que San Antonio hace milagros en los niños que están enfermitos, ya que él cuidaba del Niño Jesús. Ellas son las que más se encomiendan al Patrono.
Con la tradicional procesión náutica, el gran almuerzo y música, la ciudad de San Antonio se anticipó ayer en la fiesta en homenaje al Santo Patrono, que se recuerda cada 13 de junio. “Adelantamos porque los domingos siempre hay más gente. Acá nomás va a ser feriado ese día y no va venir gente de otro lado si hacemos en la fecha”, aseguró la pobladora Julia Peralta.
Varios devotos estuvieron rezando al santo que trae novio a los que se le encomiendan, según la tradición.
“Dicen que las chicas suelen hacer ese pedido, pero que llegan hombres muy borrachos nomás. Yo ahora solo le pedí para mi trabajo”, aseguró Rosa Agüero.
LA HISTORIA: dos versiones
“Nuestros abuelos nos contaban que la imagen del santo la encontraron en el río. Los pobladores le hicieron la capilla que tenía la vista hacia el agua. Desde ahí empezó a hacer milagros”, contó Isabel Paredes.
Otra lugareña, sin embargo, dijo que en la época de la Guerra del Chaco los vecinos le pidieron a San Antonio que se acabara el conflicto y, justo en la víspera de su día, se firmó el Protocolo de Paz.
Desde entonces, hacen la procesión náutica.