Walter Dávalos volvió a vender asaditos gracias a la solidaridad de la gente. El joven papá de Encarnación había vendido su parrilla para solventar los gastos médicos de su pequeño hijo de 4 meses, cuya madre lo abandonó. Gente solidaria de la zona, de otras ciudades e incluso del exterior, le compró una nueva parrilla.
El trabajador ofrece su producto en el semáforo que está sobre la ruta VI, en la entrada del barrio Chaipé de la capital de Itapúa.
Días atrás, su bebé tuvo un cuadro gripal que se complicó y lo internaron en el hospital regional, debido a una bronconeumonía.
El desesperado padre no sabía de dónde sacar dinero para las medicinas, por lo que tomó la extrema decisión de despojarse de su principal elemento de trabajo, publica el portal Itapúa en Noticias.
Nota relacionada: