“Tiene un talento que lo acompaña en su tarea educativa, es un gran poeta y escribe los versos más dulces”. Esta es la descripción que puede leerse en la biografía de Brígido Bogado, docente y primer poeta indígena.
Lleva regando sus conocimientos por las aulas de San Cosme y Damián, distrito de Itapúa, durante 26 años. Hoy, en honor a su encomiable labor, recibirá el Premio 2016 a la Excelencia Docente “Profesora Adela Speratti y Profesor Ramón Indalecio Cardozo” del Ministerio de Educación. Camino a la capital, el educador atendió el teléfono y nos contó lo valioso e importante que es para él este reconocimiento.
Perteneciente a la etnia Mbyá Guaraní, Bogado se desempeña actualmente como coordinador pedagógico en la Escuela Básica N° 5841 de la comunidad Pindó. Contó que, para abrazar la profesión, hay que ser una persona con un don especial. “Debe haber una dedicación integral a la educación y un respeto muy grande hacia los niños, adolescentes y jóvenes. Para eso el docente debe estar preparado no solo profesionalmente sino también moralmente para formar un buen ser humano”, indicó.
Desafíos
Los obstáculos que debe sortear, sobre todo en el interior del país y con los niños indígenas, son muchos, aseguró nuestro protagonista. Habló de que en su zona, por ejemplo, la merienda escolar no llegó aún pero que se deben tocar puertas constantemente para alcanzar los objetivos. Añadió que la única forma de transformar y ayudar a los demás es estudiando. Actualmente, el poeta indígena está cursando con su hija mayor el primer año de la carrera de Periodismo.