“Éramos pareja hasta que ella fue a estudiar a Brasil; desde allí cambió todo”, contó Alfredo Ramón Cano López (31), un papá desesperado que quiere ver y reconocer a su hija, fruto de la relación con Alba Rocío Leguizamón (23). El hombre contó que ansiaba ponerle su apellido a su pequeña, que ahora tiene 3 años. Su exnovia y mamá de la criatura, armó un plan y huyó, denunció el señor.
“Se fue al vecino país embarazada y cuando volvió terminó conmigo; un día me decía que la beba era mi hija, otro día que no”, lamentó el hombre. Cano se quiso acercar; ella no permitió, pero él insistió. Cuando por fin pactaron reconocerle, él descubrió que ya lo hizo Francisco González, un vecino.
PLANEADO
“Le pidió a un vecino que registre a mi hija, para evitar que yo lo haga. Denuncié y se ordenó un ADN que dio positivo; soy el padre”, contó. Ese día, Alba desapareció. González reveló que fue un favor, pero luego declaró que él también fue engañado.
Alba estaría en Argentina y con nuevo concubino. “Temo por mi pequeña, porque me dijeron que le deja con extraños”, lamentó.
La mujer fue imputada hace unos días por el fiscal Helios Cuellar, de Cnel. Bogado, Itapúa, quien pidió que se declare rebeldía en contra de la madre y se ordene una captura internacional. El papá ficticio está siendo investigado y de comprobarse la complicidad en el hecho también sería imputado.
“Solo pido verle a mi nena, reconocerle y tenerla conmigo”, finalizó Alfredo, luego de instar a los padres que luchen por sus hijos.
“Afecta”
Leticia Ayala, psicoterapeuta, lamentó que los padres no dimensionen el daño que puede llegar a hacer ocultar una verdad y también descubrirla. “No importa la edad en la que los hijos descubran que no es hijo de quien creían y peor aún en casos como este”, dijo. Los chicos pueden quedar con rencores, frustraciones y una sensación de tristeza el resto de sus vidas. No solo sufrirá el hijo, sino el padre biológico”, añadió.