Atacada en el colegio. Quería que se despidiera de sus hijos en una carta.
El domingo, la profesora Lilian Servín estaba descansando en su casa tranquilamente con sus hijos. Pero la paz del hogar se esfumó cuando su pareja, Carlos González, llegó borracho de madrugada, gritando y despertando a todos.
La mujer le dijo que no dormiría con él en ese estado y González, molesto, la golpeó y trató de estrangularla frente a sus hijos. Ella luchó por esquivar los ataques y, en medio del forcejeo, el agresor tomó un cuchillo y la obligó a escribir una carta de despedida a sus hijos. La docente se negó y huyó con los niños.
Al día siguiente, la profe se animó y formuló la denuncia en la Fiscalía. “Actuamos de forma rápida, el martes llamé a la víctima para ratificar su denuncia, el miércoles ya imputé a este ciudadano por violencia familiar y expedí una orden de detención en su contra”, detalló la fiscala Lilian Ruiz.
SE VEÍA VENIR
Ese miércoles por la mañana, el hombre volvió a atacar a su señora, pero esta vez fue al colegio donde enseña y la hirió con un arma de fuego, luego intentó suicidarse. Un guardia resultó herido de gravedad al tratar de detenerlo: recibió un disparo.
La agente del Ministerio Público señaló que el incidente en la casa de estudios fue un acto de desesperación de González, al enterarse de que su mujer lo había denunciado y que ya estaba imputado. Añadió que la educadora sufría constantes maltratos por parte de su pareja.
El ahora procesado podría permanecer entre 10 y 30 años en la cárcel si lo condenan por haber intentado matar tanto a su esposa como al celador del centro educativo.