Espera. A las 18:00 debía ser la misa pero recién a las 20:00 dieron el “sí” y con otro sacerdote.
Juan Carlos López y Estela López quisieron sellar su amor con la bendición de Dios y decidieron casarse el mismo día que se conocieron, un 24 de diciembre. Sin embargo, por poco no lo lograron ya que el sacerdote que los debía casar nunca llegó a la cita.
La ceremonia estaba prevista para las 18:00 del domingo en la parroquia Sagrada Familia de Nazareth del barrio La Blanca de Ciudad del Este. El novio llegó a las 17:15 dispuesto a esperar a su amada, quien se hizo presente a las 17:45. Sin embargo, la puerta de la iglesia seguía cerrada.
“Menos mal mi hermano es servidor de la iglesia y sabía el secreto de cómo abrir, así entramos y seguimos esperando”, contó el novio, que poco a poco fue perdiendo la paciencia y cada dos segundos marcaba el número de celular del celebrante, pero le daba apagado.
Ya eran cerca de las 20:00 y el pa’i Francisco no llegaba. La impaciencia fue apoderándose no solo de los novios sino también de algunos invitados que avisaron que solo hasta las 21:00 podían acompañar a la pareja, pues debían estar en sus casas para la cena de Nochebuena.
“Ya iba a empezar la misa de Navidad, entonces me acerqué al sacerdote que era un uruguayo y le supliqué si podía celebrar nuestro casamiento. Nos dijo que no estaba autorizado, pero luego accedió. La ceremonia no duró ni 10 minutos”, recordó el ahora recién casado.
Los contrayentes dijeron que la Iglesia católica los “decepcionó” y que por ello no pudieron disfrutar tranquilos de su boda. “Fue triste, nuestros invitados nos abandonaron ya que también querían ir a pasar la Navidad en sus casas con sus familiares y solo unos pocos quedaron”, lamentó Juan Carlos. Es muy triste que nos hagan pasar así en el día más importante de nuestras vidas”
Al parecer no es la primera vez que ocurre algo así en la comunidad. El denunciante alegó que hace unas semanas pasó lo mismo: el sacerdote no apareció ni dio ninguna explicación de su actuar.
Tratamos de contactar con el pa’i Francisco, pero el celular seguía dando apagado.