Los camiones que trajeron Enrique Hierbert, padre de Franz (32); y Peter Blatz, papá de Bernahard (22), ambos secuestrados por el EPP, llegaron ayer a Asunción, desde San Pedro.
La carga llegó con algo más de 30.000 kilos de víveres para familias de Pelopincho y con toneladas de esperanzas de volver a ver a sus hijos con vida.
“Nosotros ya cumplimos y ahora vamos a esperar por los dos”, dijo emocionado el colono Hiebert, al culminar la entrega de provistas, una exigencia del grupo criminal a cambio de la liberación.
Ambos oriundos de las colonias Santa Clara y Río Verde, indicaron que la promesa de la libertad era “inmediata”. “Esperamos”, dijo Hiebert, confiando tenerlos para Navidad en sus casas.
Un grupo de pobladores asuncenos se negó a recibir los kits de alimentos. “Acá no necesitamos eso. Al agarrar la comida, ya son como cómplices”, dijo Sonia, una de las lugareñas. Otras entregas se realizaron en el distrito de Zanja Pytá (Amambay) y los barrios San Francisco y Calaverita de Concepción.
Pruebas
En octubre pasado, las familias afectadas pidieron la prueba de vida de los jóvenes, lo que fue aceptado por la agrupación armada. Una de ellas fue para Bernhard, que preguntó en qué lado del brazo tiene platino. Otra pregunta para Franz: cuál fue el último repuesto que compró para su camioneta que faltaba colocar.