Se conocieron en la iglesia y juraron llegar vírgenes al matrimonio.
“Cuando entré a la iglesia para participar de la misa, nos miramos. Se sintió como un flechazo entre ambos y así surgió. Fue amor a primera vista”, contó emocionada Betania Rodas (19), una de las jóvenes de Vicajema (Virginidad y Castidad en Jesús y María). Ella, junto a su novio, hizo la promesa de virginidad y castidad.
Conoció a su novio, Lucas Martínez (23), en la parroquia Virgen del Rosario, de Luque, en noviembre del año pasado. “Me enviaba mensajes al Facebook, pero no le seguía el juego. Me conquistó de a poco. Luego pidió para que sea su novia ante mis padres y acepté: llevamos de novios 10 meses”, relató.
Ambos pertenecen al grupo neocatecumenal de la iglesia. Por decisión propia ingresaron al grupo Vicajema porque quieren llegar limpios al altar. “Nos estamos preparando para llegar puros en cuerpo y alma al matrimonio. Para lograr nuestro objetivo recibimos ayuda espiritual del padre y de una pareja de casados”, contó Betania.
Indicó que se reúnen una vez al mes. La ayuda espiritual consistió en revelar las armas para luchar contra la tentación. El uso del rosario, rezar juntos como pareja, la eucaristía, la visita al Santísimo y la comunicación son las herramientas que esta pareja utiliza. Además, evitan lugares donde estarán solos y caricias que inciten el encuentro sexual. El domingo, recibieron el anillo de la promesa y recibieron mensajes positivos. “Estaba emocionada y nerviosa, es un paso importante en mi vida. No fijamos aún fecha para la boda, queremos estabilizarnos primero”, finalizó.