Édgar Morínigo, oriundo de Pilar, obtuvo su alta en el día de su cumpleaños y sacó de su mochila el acordeón para acompañar la fiesta sorpresa. Édgar Morínigo es un joven no vidente que el martes pasado cumplió 17 años, justo el día en que le dieron el alta médica, tras permanecer dos semanas internado en el Hospital Acosta Ñu a raíz de un cuadro de peritonitis.
La jefa de medicina interna, doctora Gloria Martínez, y su equipo pensaron que ellos serían los autores de la sorpresa, pues con una torta y con globos adornaron la sala para festejar el cumpleaños del adolescente. Sin embargo, fue Édgar quien les sorprendió a ellos, al sacar de su mochila un acordeón y dejarlos boquiabiertos. “Ejecutó con maestría el acordeón y deleitó a todos; doctores, enfermeras y otros familiares de pacientes”, comentaron las enfermeras, según precisó Gilberto Delgado, del área de Admisión.
En las dos semanas de internación, Édgar estuvo acompañado por sus abuelos, quienes manifestaron que el joven no sale de la casa sin su acordeón. Un dato anecdótico es que el chico nunca estudió música y, debido a su ceguera de nacimiento, agudizó su sentido auditivo. Así, por sí solo, aprendió a ejecutar el acordeón y el teclado.
Su tío Isabelino Morínigo comentó que el estilo de música que toca su sobrino es el chamamé y la música paraguaya.