Fermina Valdez (18), la mujer que había matado de 6 puñaladas a su pequeño hijo de apenas 7 meses, dijo estar muy arrepentida por lo que hizo. Contó, que antes del macabro hecho, discutió con su madre, pero la misma señora desmintió esa versión, según la fiscala Teresita Paredes.
En su declaración, la joven no pudo explicar el motivo por el cual acuchilló varias veces a la criatura. No habla mucho, dijo la fiscala, y hasta el momento solo se tiene la versión de los abuelos del bebé. Aclaró que, por respeto al dolor de la familia, recién mañana van a llamarlos a declarar.
La tragedia ocurrió el viernes pasado en una vivienda del barrio San Luis de Quyquyhó, Paraguarí.