Foto: UH
Antonio “Toñito” Sánchez, de 13 años, dormía en las caballerizas y no comía lo suficiente porque debía participar de las carreras de caballos. Según los expertos, él no tenía que pesar más de 50 para ganar.
El sábado último, el caballo se asustó al escuchar el estruendoso arranque de un tractor y echó al niño en su última carrera. Fue llevado al Hospital de Villarrica y luego fue trasladado al Hospital del Trauma de la capital, con muerte cerebral. El domingo, finalmente, el niño falleció.
No comía bien
Doña Miriam González, mamá de Toño, contó a EXTRA que él se mudó de Yuty a la ciudad de Mbocayaty del Guairá, con la ilusión de estudiar. Sin embargo, una vez que llegó al establecimiento de César Portillo, este lo puso a hacer tareas pesadas, como limpieza y cuidados de los animales.
Pero Antonio no quería preocupar a su mamá y le decía que lo trataban bien. “Siempre yo le llamaba. Hace cuatro meses se fue ahí. Me decía que estaba a punto de entrar a la escuela, pero nunca empezaba. Portillo me dijo que quería arreglar las cosas ‘abuenamente’. Yo no sé qué voy a hacer”, lamentó la mujer.
Ella realizó la denuncia ante la Fiscalía y explicó que la pobreza le obligó a entregar a su hijo a una familia. “Tengo seis hijos más. Mi marido es albañil y yo soy ama de casa. A veces Toño me enviaba alguito (de plata). Difícil es la situación acá”, expresó. Agregó que se le pagaba G. 400.000.
Aquí vivía el menor:
Fotos: Richard Mendez
