Cuando el rocío del amanecer comienza a caer lentamente y el frío hace temblar hasta al más abrigado, Zunilda Torres inicia su labor. Para las 02:00, ella ya tiene preparado agua caliente, que distribuirá después en decenas de pavas para ofrecer el producto “estrella” a los trabajadores que llegan al populoso Mercado 4.
“Acá desde temprano comienza el movimiento y el mate es lo que más ayuda para no sentir tanto frío”, señaló.
Para Zunilda, el sacrificio de despertarse temprano vale la pena. “En un día puedo llegar a hacer hasta G. 100.000”, contó. La vendedora señaló que el frío tiene sus ventajas, si bien no hay tanta venta, solo basta un poco de ingenio y voluntad para hacer frente a la fresca temporada, aseguró.
Por cada equipo de mate, la mujer cobra G. 4.000, este combo viene con braserito y carbón ardiendo incluido y, si alguien quiere agua caliente, el costo es de G. 2.000 por termo. Entre risas Zunilda contó una anécdota: “A veces ya no me quieren devolver el braserito con el carbón, porque usan para entrar en calor”. La mujer viaja todos los días de Limpio a Asunción, en busca del pan de cada día.