Daisy Carolina Riveros Prieto tiene 34 años y vive en la Compañía 7 de Capiatá. Con sus niñas, habita una piecita construida hace 6 años gracias a la caridad de los vecinos. La habitación no cuenta con piso ni baño y está hecha de troncos y chapas. Las condiciones de vida de Daisy son de extrema pobreza: debe utilizar un balde como letrina.
La fundación Ko'ê Pyahu se encarga de prestarle ayuda. Sus miembros la llevaron al Hospital Regional de la ciudad porque presentaba un severo cuadro de desnutrición, pues es celíaca. Hoy por hoy está en etapa de recuperación.
Muchas necesidades
“Ahora estoy mejor pero necesito víveres, no trabajo y mi gente tampoco me quiere ayudar. Mi mamá y mi hermana no me hacen caso, los vecinos se encargan de mí", relató la pobladora. Contó además que sufrió cuadros de diarrea durante dos semanas antes de que alguien pudiera auxiliarle.
Antonia Giménez, presidenta de la comisión vecinal, contó: “Ella fue el domingo pasado de tarde hasta mi casa y se cayó frente al portón. La llevamos inmediatamente al Hospital Nacional. Acá cerca nomás viven sus parientes, pero nadie quiso ayudarla, le dicen que ya es grande y que tiene que manejarse sola”.
La Secretaría de la Mujer, la Dirección de Acción Social y la Codeni tomaron intervención. Minerva Medina, de la Secretaría de la Mujer, comentó que tomaron conocimiento del hecho y que se le brindó los primeros auxilios. “Estamos haciendo las gestiones que estén a nuestro alcance para arreglar el techo; la Codeni buscará la documentación de los chicos”, explicó la funcionaria. El subdirector de la Dirección de Área Social de la Municipalidad, Pedro González, indicó que buscarán incluirla en algún programa asistencial.