“Yo trabajaba en una panadería, pero cuando cerró me quedé sin trabajo. Hasta que un señor me enseñó el oficio de toda mi vida”, contó José María Leite (55). Don José es el hombre que ha fotografiado a miles de niños de muchas generaciones sobre los famosos caballitos frente a la Basílica de Caacupé. Leite comentó que se inició como fotógrafo a los 22 años, cuando un señor tuvo la idea de montar el negocio de las postales de la sede religiosa. Le prestó una cámara, hasta le enseñó a usarla. “Con ese oficio mantuve a mi familia. Tengo cuatro hijos, siempre traté de darles lo mejor. Ahora todos están terminando una carrera universitaria”, relató.
Vivencias
“Conocí a mi mejor cliente hace 23 años. Traía consigo a una beba de 1 añito. A esa niña la ví crecer, la fotografié encima del caballito todos los 8 de diciembre de su vida, para mi es un orgullo”, recordó don José. “Ahora ya es toda una señorita. El año pasado se llevó su útima fotografía. La niña me busca cada vez que visita a la Virgencita. Hasta me llama tío de cariño. Espero poder ver a la familia este año”, manifestó el fotógrafo.
Leite comentó que al principio, instalarse como fotógrafo fue muy difícil. Comentó que a veces hasta sentía que las personas tenían miedo a las cámaras fotográficas. Juan, con brillos en los ojos, rememoró uno de los mejores momentos como fotógrafo. “Compré mi primera cámara en una casa de empeños. Invertí todos mis ahorros y me hice independiente”. Este año, inaugura un nuevo caballo, elaborado con sus propias manos.