29 mar. 2024

Joven con “cara nueva” fue discriminado pero no se rindió

Fernando y su hermana Griselda, después de la cirugía Fernando y su hermana Griselda, después de la cirugía

“En ningún momento tuve miedo, prefería arriesgarme y terminar con el sufrimiento”, contó el paraguayo Fernando Isaac Gómez, la primera persona a quien le trasplantaron parte de la cara en España. Dejó su trabajo de talabartero en Atyrá y viajó hace 5 años con la esperanza de conseguir algo mejor y así ayudar a su familia, sin embargo no pudo concretar ese anhelo debido a que volvió a crecerle el tumor que ya le habían extirpado en el Hospital de Clínicas de nuestro país.

“Fue muy difícil para mí no poder trabajar, sufrí la discriminación por ser paraguayo y más aún por la enfermedad que tenía. Estaba asegurado en el hospital de Ávila, donde seguía mi tratamiento, pero después a todos los inmigrantes nos quitaron la tarjeta sanitaria”, lamentó Fernando. Añadió que no quisieron contratarlo en ningún lado porque necesitaba permisos para ir a las consultas.

Felizmente, el médico Jorge García le dijo al atyreño de 28 años que no se preocupara porque para él sería como un paciente español más y le brindaría la atención necesaria. “Creo que por ser el primer caso de este tipo el doctor decidió seguir ayudándome”, expresó Fernando.

El joven comentó que sus parientes que viven en Madrid lo acompañan en todo momento, aunque extraña a sus dos hijos, el mayor de 5 años, que está en Atyrá y el menor de 1 año que nació en España, así como también a su abuela que lo crió como si fuera su madre.

La mamá

Fidelina Quintana Viuda de Gómez (83), abuela de Fernando, contó a EXTRA que le gustaría verlo pronto. “No sé si le voy a reconocer, tiene que venir alguien para que me diga que él es mi hijo”, manifestó la mujer mientras trataba de entender cómo hicieron los médicos para ponerle parte del cráneo de otro ser humano y cómo se vería ahora Fernando.

Al respecto el joven aclaró que su rostro no es distinto por fuera, solo que ya no está hinchado por el tumor y ahora tiene el hueso del donante cadavérico. “Yo me enteré hace poco que mi hijo se operó otra vez, no quisieron preocuparme”, señaló doña Fidelina. El rostro de la abuela se cargaba de emoción al recordar a Fernando. Ella vive en el barrio Las Mercedes de Atyrá, donde actualmente tiene a su cuidado a tres de sus nietos.

Busca trabajo

Fernando señaló que no viajará para pasar las fiestas en Atyrá ya que no quiere venir con las manos vacías. “Estoy buscando trabajo, ahora que estoy curado voy a ayudarles a mis hijos y a mi mamá”, dijo el joven trasplantado.