Leticia no pensó aún en lo que le va a decir a su mamá cuando la vea después de 21 años. “Hasta ahora estoy muy sorprendida, todavía no pude asimilar bien”, cuenta emocionada la joven que creció con otra familia y que hace poco se puso en campaña para encontrar a la mujer que le dio la vida. Hace dos días, luego de una intensa búsqueda, logró contactar con sus hermanos y ya se prepara para viajar a Edelira, Itapúa, a ver a su mamá.
“A los 12 años supe que era adoptada y desde esa vez siempre quise saber algo de ella”, relata Leticia Galeano. Cuando tenía apenas 6 meses y su nombre era Betti Graciela, doña María Crescencia Cordobé la entregó a una familia con mejores condiciones económicas para hacerla crecer, ya que la doña era muy humilde y tenía muchos hijos que criar. Para sellar el compromiso, firmó un documento escrito a mano.
Ese papel estuvo perdido hasta hace poco, cuando Leticia lo encontró mientras limpiaba todos los escondites de su casa: “Yo ya estaba desistiendo de conocerles a ellos, pero con la carta cambió todo”, asegura.
Leticia fue criada en Valenzuela por la profesora Ilsa Galeano y su marido Édgar Salvador Galeano, un militar, ya fallecido hace 6 años. Ahora tiene 21 años y trabaja como empleada doméstica en San Lorenzo.
Con la ayuda la periodista Antonia Delvalle, con quien trabaja, pudo contactar con una enfermera del centro de salud de Edelira. “Ella me consiguió el número de mi hermano Elvio y él repartió mi número a mis otros hermanos”, cuenta.
Lista para viajar
El próximo fin de semana Leticia irá a conocer a doña Crescencia, acompañada de su hijita Giuliana Abigail, de 5 años.
Leticia asegura que su vida cambió ahora que sabe que tiene dos mamás y señala que no dejará a ninguna.
Tres de sus 13 hermanos viven en la Argentina y ya prometieron que vendrán a pasar las fiestas junto a su familia, para conocer a Leticia.