Jorge Villamayor, policía de tránsito, se encontraba en su parada para resguardar a los peatones que participaban de la “Media Maratón Asunción”, realizada ayer. Señalizó como corresponde la calzada que fue clausurada para el evento, pero un conductor, que era extranjero, aparentemente con unas copas de más quiso pasar por allí como sea.
El agente le explicó que no se podía, pero con prepotencia seguía avanzando. El chofer casi lo embistió y quedó detenido en la Comsiaría 1ra.
Tiempo atrás, José Álvarez, inspector de tránsito, fue agredido por un automovilista. “Quería defenderme, pero no podemos hacer eso, respiré profundo entre los golpes”, contó a EXTRA. El uniformado dijo que todos sus compañeros ya pasaron por algo similar. “Generalmente los conductores vienen saturados de problemas y cuando le salimos al paso ya son agresivos, solo cumplimos con nuestro deber”, agregó.
Les desean el mal
Hace una semana, una conductora con discapacidad le insultó. “Quería estacionar en triple fila, le expliqué que no se podía, me respondió que iba quedarse donde quería y hasta nombró a la Constitución Nacional, deseándome que alguna vez esté incapacitado”, dijo. El hombre aseguró que hasta los más religiosos hacen esto. “Hasta monjas y sacerdotes nos maltratan en las calles”, finalizó.
Pero no solo los “zorros” municipales están expuestos a este tipo de cosas. Noelia Domínguez, oficial de la Patrulla Caminera, fue rozada por un vehículo el pasado 15 de mayo, en Caacupé, mientras dirigía el tránsito.
Luis Christ Jacobs, director de la Caminera, dijo a EXTRA que existen registros de uniformados que incluso perdieron la vida cumpliendo con sus roles, es por eso que se dictan capacitaciones para evitar los peligros. “Son capacitados todos los días para cuidar sus vidas en primer lugar, no salir delante de un coche que no va a frenar, usar todos los elementos que permiten que se le vea, etc. En el caso de que suceda algo también saben de primeros auxilios”, detalló.
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